Se utiliza en procesos de chapa y pintura para nivelar superficies reparadas, así como en la preparación previa a la aplicación de masillas, pinturas, barnices o lacas. Ideal para trabajos de desbaste en talleres de carrocería, mantenimiento industrial, metalúrgicas, carpinterías y líneas de producción.
El rollo de lija cerámico cuenta con un soporte de papel resistente y un sistema de fijación tipo abrojo (velcro), lo que permite una colocación rápida y segura en tacos y lijadoras lineales. Está disponible en granos de óxido de aluminio que van desde 80 hasta 400, lo que permite cubrir distintas etapas del proceso de lijado, desde el trabajo en bruto hasta el desbaste medio. Tiene una dimensión estándar de 70 mm de ancho por 12 metros de largo. Su construcción le otorga una alta resistencia al polvo, a la humedad y a las variaciones de temperatura durante el uso, lo que lo convierte en una opción confiable para trabajos exigentes de preparación de superficies.
Puede aplicarse sobre superficies metálicas, madera, fibra de vidrio, masillas de relleno, pinturas y barnices. Su uso está orientado a tareas de preparación de superficie, dejando un acabado uniforme y listo para el siguiente paso del proceso.
Ofrece una rápida acción de desbaste, acabados de alta calidad y una larga vida útil. Su diseño permite un lijado uniforme incluso con presión de aplicación irregular, lo que reduce errores y mejora la eficiencia del trabajo. La variedad de granos disponibles permite adaptarse a distintas etapas del proceso de lijado.
Los granos del 80 al 220 son adecuados para lijado en bruto, mientras que los granos del 320 al 400 se recomiendan para desbaste medio. Se debe almacenar en lugares con temperatura entre +5°C y +45°C y humedad relativa entre 45% y 65%, preferentemente en envases cerrados. Evitar exposición a ambientes húmedos o con solventes. En lijadoras lineales, evitar golpes laterales o enganches con objetos salientes para prevenir roturas.