Se emplean principalmente para sellar uniones roscadas en sistemas hidráulicos, neumáticos y de lubricación, evitando fugas de fluidos. Son comunes en trabajos de mantenimiento automotor, maquinaria pesada, equipos industriales y sistemas de transporte.
El material utilizado es cobre, conforme a la norma DIN 7603, lo que garantiza estándares de calidad y compatibilidad. Estas piezas ofrecen una resistencia térmica de hasta +300 °C, lo que las hace adecuadas para aplicaciones en condiciones extremas de temperatura. Presentan alta resistencia a la corrosión, excepto frente a algunos ácidos fuertes, asegurando durabilidad en entornos exigentes. Las dimensiones se especifican por el diámetro interior y exterior, mientras que el espesor varía según el tamaño nominal, permitiendo adaptabilidad a diferentes requerimientos técnicos.
Estas arandelas se aplican sobre superficies metálicas en conexiones de tuberías, racores, bombas, motores y componentes donde se requiere estanqueidad. Son aptas para sistemas que trabajan con aceites, combustibles y fluidos a alta temperatura.
Ofrecen un sellado confiable incluso en condiciones de alta presión y temperatura, reduciendo riesgos de fugas. Su resistencia a la corrosión prolonga la vida útil en entornos agresivos. Además, su capacidad de deformación controlada asegura un ajuste perfecto sin dañar las piezas.
Verificar siempre el diámetro interior y exterior antes de la instalación, ya que es crítico para evitar cuellos de botella en la conexión. No utilizar en presencia de ácidos fuertes. Almacenar en lugar seco para evitar oxidación superficial.