Se utilizan para eliminar pintura, óxido, selladores de poliuretano, caucho, calcomanías y residuos de adhesivos en superficies metálicas. Son ideales para trabajos de mantenimiento, reparación de carrocerías, preparación de superficies para pintura o soldadura, y limpieza industrial.
Los cepillos tienen un diámetro exterior de 105 mm, con diámetros interiores de 11 mm o 23 mm según el modelo, y un ancho de 0,5 mm o 1 mm dependiendo si son finos o gruesos. Están diseñados para trabajar a alta velocidad sin generar calor excesivo ni dañar la superficie tratada. Su construcción permite una larga vida útil y un rendimiento constante.
Aplicables sobre superficies metálicas como chapas, carrocerías de vehículos, estructuras metálicas, maquinaria industrial y piezas con recubrimientos deteriorados. No son aptos para acero inoxidable ni aluminio.
Ofrecen una remoción eficiente sin dañar la superficie base. La variedad de medidas permite adaptarse a diferentes necesidades de trabajo, desde limpieza superficial hasta remoción intensa. Su diseño asegura un desgaste parejo y una larga duración, reduciendo la necesidad de recambios frecuentes.